¿Cómo se supone que debería reaccionar a toda esta situación?
—¿Alguien tiene algo que decir al respecto? —Vociferó Adrien, poniéndose de pie con su común postura recta y erguida. —Acepto cualquier opinión, excepto si ésta ofende o denigra en algún aspecto a mi pareja.
Uno de los tantos presentes se puso de pie también, pero no dijo nada hasta que el Alfa Líder le miró, otorgándole el permiso para hablar. —Disculpe mi señor, está bien que esta chica sea su pareja, pero todos en la manada deseábamos a una hermosa Omega de nuestra manada como su compañera.
—¿Por qué desearían algo así? Yo tengo el derecho de enamorarme de quien me plazca. Soy libre estar con alguien tal y como ustedes lo han hecho a lo largo de los años. —Hana miró a Adrien. La mirada afilada y calculadora en el pálido era escalofriante y al ver a aquel anciano, quien era parte de la manada encogiéndose en su lugar, supo que no era el único que pensaba eso. —Incluso, recientemente han venido un Beta y un Alfa a pedirme