Capítulo 41

Me estudia los ojos.

—¿Estás bien?

Yo sonrío ante su atractivo rostro. ¿No es un poco tarde para preguntar eso?

—Sí.

—Bien. —Se inclina y me estrecha con fuerza entre sus brazos. Aspira el aroma de mi cuello—. No he acabado contigo todavía.

Le rodeo la cintura con las piernas y aprieto los muslos.

—Ya me he dado cuenta.

Es insaciable. Menos mal que sólo es sexo ocasional, porque no creo que pudiese aguantar esto de manera permanente. Acabaría exhausta, si no muerta.

—Es el efecto que ejerces sobre mí —me dice encogiéndose de hombros.

No puede ser sólo influencia mía, pero acepto el cumplido. Entierro la cara en su cuello e inhalo. Huele de maravilla.

—¿Tienes hambre? —me pregunta, y se aparta y me acaricia la mejilla con los nudillos.

La verdad es que no, aunque no he tenido tiempo de comer en todo el día. Decidí pasar de los canapés al champán; no quería que me atraparan con la boca llena si alguien quería hablar conmigo en el Gramur.

—Un poco —respondo.

—Un poco —rep
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP