Me encuentro cara a cara con aquella chica rubia que se lanzó sobre Nick, el día que salí del hotel.
Ella me sonríe, pero es el gesto menos sincero que jamás haya tenido el placer de recibir.
—Hola —contesto por educación.
Tomás viene corriendo, con el pánico reflejado en el rostro y agitando el trapo en el aire.
—¡Señorita Lily! ¡No, por favor! ¡No hablen!
¡¿Qué?
—¡Vamos Tomás! No soy idiota. —Ella le dedica una mirada acusadora.
Tomás se resigna y se aleja sin quitarle la vista de encima. No estoy entendiendo nada y quiero decir algo cuando ella me tiende la mano.
—Soy Lily, ¿y tú eres…?
Recordé que la última vez me preguntó lo mismo, no le contesté y me marché corriendo. Acepto su saludo ligeramente mientras ella me mira con recelo. Tal vez me considere una amenaza.
—Addison Carter —respondo.
—¿Y has venido para…?
Suelto una pequeña risa, ella debe saber por qué estoy aquí. Solo confirmo que se siente amenazada por mí y que se está esforzando por hacerme sentir incómoda.
No quiero p