Antes de que pueda reaccionar, Nick me besa como jamás me habían besado antes. Siento sus manos recorrer mi cuerpo y para en el dobladillo de mi blusa. No puedo detener mis movimientos, subo mis manos para que pueda quitarla y así solo quedo en sostén.
Mi mente pide que huya, pero mi cuerpo no planea obedecerla. Nick sigue mirándome mientras se complace viéndome y sus ojos se vuelven aún más oscuros.
Lleva su mano al seguro de mi sostén y lo abre con un movimiento experto, dejándome desnuda de la parte de arriba.
Me da media vuelta y siento como sus manos las coloca en mis hombros, es un tacto que quema, pero que se siente tan maravilloso al mismo tiempo.
La presión aumenta cuando siento su aliento en mi nuca hasta llegar a mi oído, sé que lo estoy incitando, pero en ese momento ya he perdido el sentido por completo. Quiero más.
—Sentimos lo mismo, Addison. Deseo. Yo te deseo, como un maldito maniático. Su erótica intelectualidad me tiene loco y estoy seguro, como de que arderé en el m