—Me llevo a Addison a casa. —Nick toma la bolsa del gimnasio—. ¿Mañana vas a correr? —le pregunta a Derek.
—No, quizá tenga algo entre manos. —Me sonríe.
Nick tira de mí para sacarme del bar.
—Hasta la vista, Derek —grita por encima del hombro. Me despido con la mano libre mientras me arrastra fuera del bar. Derek alza la copa en señal de despedida. Los dos sonríen.
Nick me lleva a la salida del Hotel y a su Aston Martin a un ritmo más bien alto. Me abre la puerta del copiloto para que entre.
—Quiero ir en moto —protesto. Estoy enganchada.
—Ahora mismo te quiero cubierta de encaje, no de cuero. Sube al coche. —Su mirada se ha vuelto pícara y prometedora. ¿En qué momento ha cambiado?
Subo al Aston Martin, aprieto los muslos y espero a que se siente a mi lado. Arranca el coche, lo saca marcha atrás y la grava sale despedida cuando el vehículo vuela por el camino hacia las puertas. Tiene una misión. Sé que se ha molestado cuando Lily nos ha interrumpido. Si llega a entrar un