"Ahí tienes al pez gordo, vivito y coleando: no se sorprendió del filo negro" — me dijo Kael enfadado por enlace mental, un rato después de haber salido de la aldea.
"No creo que sea el mismo, pero sí que ha sido extraño".
"Yo creo que si. Vemos dos, logran escapar y unos pocos días después, nos encontramos con uno disfrazado de mendigo. Uno que no se asusta de nosotros".
"Lo sé. También estuvo haciendo algunas preguntas sobre La Vieja, el pueblo y lo que hacemos. Narcisa me lo contó, aunque insistiendo mucho en que él sólo tenía curiosidad y que quería saberlo para integrarse más rápido".
"Y dices que no es un espía".
"Por alguna extraña razón, le creo cuando dice que no es ningún espía y que sólo trabaja para sí mismo".
"Y yo puedo decir que nunca he empuñado un arma".
"No creo que sea un mentiroso, pero sí que selecciona lo que dice. No quiere que sepamos quién es en realidad".
"Y eso es motivo suficiente para matarlo. Oculta información. Puedo encargarme de él en se