Kael se fue con los cuerpos, y Kelly y yo nos dirigimos cada uno a una de las carretas.
"Encontré dos pumas muertos" — dijo Kael al cabo de un rato.
"Aquí hay una jaula y restos de pelo. Me parece pequeña para los pumas, pero no hay duda de que han salido de aquí" — informó Kelly, mientras yo miraba sorprendido lo que había encontrado.
"Aquí hay un baúl con algunas armas" — informé mientras analizaba el baúl: era como los baúles secretos que usaba de niño para esconder mis juguetes, cosas pequeñas o mis diarios. Noté cómo ambos se dirigían hacia aquí.
"¿Armas? Quizás haya sido el motivo del enfrentamiento" — dijo Kelly — "Pero podemos sacar beneficio de todo ésto".
Cogí el baúl y lo saqué fuera. Kelly y Kael estaban esperando. Nada más dejarlo, lo abrieron y comenzaron a inspeccionar las armas. Volví a entrar en la carreta y comencé a dar pequeños golpes al suelo con el puño.
"Son buenas. Nos vienen bien" — dijo Kael al cabo de un rato.
"Lo tengo" — dije triunfante cuando