Eran las cinco de la mañana. Kael y Kelly estaban durmiendo abrazados, con la cabeza de él entre el hombro y el pecho de ella y con un brazo en su cintura. Kelly le devolvía el abrazo con la cabeza apoyada sobre la de él. Sentí una punzada de molestia y un poco de dolor. Lo ignoré mientras esbozaba mi sonrisa habitual y los despertaba.
El primero en despertar fue Kael que me devolvió una sonrisa de suficiencia que me molestó.
"Sois de dos mundos totalmente diferentes. No funcionará, Eldric. Deberías alegrarte de que tenga a alguien de su mundo que la proteja y la cuide" — me regañó mi lobo cuando salí para el comedor. En el camino, vi a Narcisa, algo nerviosa. Me acerqué a ella.
— Hola Narcisa. ¿Qué tal estás? — le pregunté con amabilidad.
— Ho-hola E-Erick. Bien, ¿y tú?
— Yendo a desayunar. Hoy salimos pronto y quiero estar listo. ¿Necesitas algo? Puedo ayudarte.
— N-no. Yo sólo quería... desearte suerte y... que tengas cuidado.
— Muchas gracias. Tendré cuidado, me gu