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### La Estrategia en la Sombra y el Peso de las Palabras

La cafetería estaba medio vacía, con el aire lleno del aroma denso a café molido y madera vieja. El lugar, discreto hasta la médula, casi escondido entre dos edificios sin gracia, se sentía como un secreto a voces, un refugio camuflado en la indiferencia urbana. Justo lo que necesitaba: un sitio lejos de la vista curiosa y penetrante de los Mancini, de sus ojos omnipresentes y sus oídos que parecían escuchar hasta los susurros más silenciosos. En la penumbra del local, los clientes dispersos se mezclaban con las sombras, creando una atmósfera de anonimato que agradecía con cada fibra de mi ser.

Había pedido un cappuccino que ya se enfriaba sobre la mesa, la capa de espuma desvaneciéndose tristemente. No lo había tocado. Mis manos, a pesar de la falsa tranquilidad de la mañana, no dejaban de temblar ligeramente, un eco interno de la tormenta que se gestaba en mi vida. Estaba demasiado concentrada en los documentos frente a mí