Eric sacudió la cabeza con vehemencia, sintiendo una punzada de frustración. Tenía que sacarse de la mente a esa persona que, por alguna razón, seguía apareciendo sin invitación. Le causaba rabia sentirse así, una impotencia que lo consumía. Bianca no tenía ninguna importancia para él, y aun así, su imagen se colaba en sus pensamientos en los momentos más inoportunos.
Al mismo tiempo, luchaba por olvidar a Aitana y recordarla como alguien que había actuado falsamente en el pasado. Pero, por alguna razón, todo aquello se sentía imposible. Era como si su mente se negara a obedecer, atrapado entre un pasado que lo atormentaba y un presente que lo confundía.
Por otra parte, Bianca y Lorena decidieron embarcarse en una aventura llena de alegría: ir de compras por ropa para bebés. Ambas estaban muy animadas. Sabiendo que serían una niña y un niño, podían comprar libremente ropa de colores y muchas cositas adorables para los pequeños. Lorena parecía disfrutar de ese momento tanto como Bianca