Capítulo 35.
POV – NICOLAS.
Despertar junto a Mila después de aquella noche fue como renacer. Había planeado cada detalle para ella, porque necesitaba regalarle algo que jamás olvidara: un recuerdo que la protegiera de todo lo oscuro que nos rodeaba. Y funcionó. Nuestra relación cambió en un instante, como si el aire mismo entre nosotros se hubiera purificado.
Por primera vez en mucho tiempo, sonreía sin sentir culpa. Me descubrí riendo con ella en el desayuno, disfrutando de su voz suave contándome cosas simples, como si la guerra en la que vivíamos no existiera. Para mí, en ese momento, nada más importaba. Solo quería hacerla feliz.
Pero incluso en medio de esa alegría había una sombra que no podía disipar: los secretos que aún le ocultaba. Lo hacía por su seguridad, me repetía una y otra vez. Pero sabía que tarde o temprano esas verdades golpearían la puerta y, cuando eso pasara, quizás ella no me perdonaría.
Esa mañana llegué a la oficina con una sonrisa que no podía ocultar. Los empleados me