Sergey encuentra a su mujer ideal.
La bella trilliza Emily salió de la villa Mendoza con rumbo a un restaurante del norte de la ciudad. Se sabía que era muy exclusivo, que incluso para los ricos les tomaba al menos un mes reservar una mesa en el lugar, pero el CEO Sergey Lombardi, había invitado a la joven ojiverde a comer con él.
Emily llegaba vestida en un moderno y lindo vestido corto, pero no demasiado, la falda era en femeninos pliegues circulares, el cabello suelto, las zapatillas altas, todo le combinaba perfecto.
— Buenas tardes, me están esperando, soy la señorita Emily Mendoza. — Dijo la jóven a la hosstes.
— Por supuesto, venga conmigo señorita Mendoza, el CEO Lombardi la está esperando.
Apenas llegó a la mesa, el apuesto empresario se puso de pie para recibirla, había estado enviando unos correos mientras la trilliza llegaba.
— Ya estás aquí, pero mírate que hermosa estás hoy, creo que más que de costumbre. — El hombre era serio, pero por lo menos le estaba haciendo un cumplido a la chica que