A final de cuentas no se pudo hacer nada para que el CEO cambiara de parecer, sería esa noche que recibirían a ese chico.

Lo mismo sucedía en la mansión Mendoza.

— Familia, aprovechó para decirles que hoy mismo vendrá el chico que me gusta a hablar con papá, hemos estado posponiendo el encuentro, pero ya es tiempo de que lo conozcan y podamos ser novios sin necesidad de estar escondiéndonos.

— Osea que es prácticamente a fuerzas, no siquiera me has preguntado si quiero recibirlo o no, Emily. — El CEO no estaba de acuerdo en recibir a ese chico.

— Te pido que lo recibas papá, es un buen chico, dale la oportunidad de hablar contigo.

— Esposo, Emily también tiene derecho a vivir su propia historia de amor, recibe a su enamorado, ya una vez que lo conozcas das tu opinión.

— Está bien, pero si no me agrada no hay forma de que le permita salir con mi hija, que les quede claro. — El padre se levantó de la mesa para ir a su despacho, su mal humor era más que evidente, pero las