Ámbar

El salón no está lleno de personas, pero estoy segura de que si la invitación hubiera sido libre, se habrían necesitado todos los salones del hotel. La forma en que las personas admiran las obras de arte expuestas en las vitrinas demuestra la popularidad que sigue teniendo este misterioso hombre.

Un hombre que tuve la dicha de conocer y que, por algún motivo turbio, no quiero que conozcan más allá de las joyas. Jamás me he sentido necesitada de ser única y diferente del resto de las personas, pero ayer él me hizo sentir así y me gustó.

Y también me gustó demasiado el poco tiempo en que David me hizo sentir así. Realmente él tiene talento para envolverme entre sus redes, y en nuestro matrimonio me hizo sentir deseos de decirle de mi embarazo, y en nuestro presente el pedirle que formemos una familia con nuestros pequeños. Estos últimos están saltando de alegría porque también la invitación se extendió a ellos.

J.R. Oviedo, sin duda, es el mejor por incluirlos y romper con el ad