David
—Será un paso complicado para ti, mi amor —me dice Ámbar en voz baja.
La aprieto más contra mi cuerpo y aspiro el aroma de su cabello. No hay nada más relajante que olerla después de hacer el amor. Es como si los problemas se volvieran insignificantes o como si no existieran. Pero sé muy bien que a lo que nos enfrentamos es algo grande, jamás lo he perdido de vista.
—Complicado, sí, pero no imposible. No le tengo miedo a las repercusiones.
—¿Y si terminamos en la bancarrota?
—No lo haremos, pero si llegara a pasar, nos quedan los hoteles. Venderé mi parte y obtendremos lo suficiente para montar otro negocio.
—Un negocio que también caerá cuando se sepa que estoy detrás de todo esto.
—¿Por qué eres tan pesimista, Pecas? —gruño—. La confianza volverá eventualmente, cuando todos se den cuenta de que todo fue una trampa.
—Me sabe mal no poder recuperarla por mí misma, que tenga que depender de ti para lograrlo —confiesa.
No respondo de inmediato, pero tampoco me aparto. Aunque lo