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Capítulo 35.

Ryosuke:

Patee la puerta de nuevo, no se por que seguia haciendolo pero no iba a detenerme, tenía que salir de aquí a como de lugar.

Me estaba quedando sin fuerzas pero no podía detenerme. Maldita sea, a mala hora vine a Corea, pero ahora que se que Jenn esta viva y mis hijos desaparecidos, no puedo darme el lujo de rendirme ahora.

Maldito viejo, maldita sea la familia de Dak Ho.

-Flashback-

—Quiero que sepas, que no voy a descansar a hasta que tú familia pague por todo lo que me hicieron, y si te interpones en esto Dak Ho, te juro que te arrastro junto con ellos, más te vale no meterte en mi camino, la Jenn que ustedes conocian murió el mismo día en que me arrebataron a mis hijos, y no descansaré hasta que todos paguen.

Salió del pequeño salón. Mi cuerpo no reaccionaba pero quería correr hacia ella y decirle que le creo.

—Esto es jodido —Dak Ho susurro.

—¿Como no pude creerle? —susurré para mi mismo— Ella esta viva joder, tengo que ir por ella.

Sali rapidamente con Dak Ho detrás de mi, empecé a buscarla con la mirada, pero antes de que pudiera llegar a ella, el abuelo de Dak Ho lo arrastro conmigo hacia el salón en el que estábamos. Luego más hombres entraron.

—Abuelo ¿que haces?

—Solucionar esto —dijo el fríamente—, inmovilícenlo.

El par de hombres me sostuvo de los brazos y como pude me defendí pero me golpearon hasta dejarme medio inconsciente.

—¡Abuelo ¿que haces?! ¡Sueltenlo!

—No pienso dejar que corras detrás de esa mujer, harás lo que te diga si no quieres que mate a tu amigo.

—¿E-Entonces es cierto? ¿Tu secuestraste a Jenn? ¡¿Por que lo hiciste?! —exclamó.

—¡Por el bien de esta familia! —le gritó— ¿crees que dejaría que estuvieras con esa mujer?

Dak Ho iba a abalanzarse contra su abuelo pero sus hombres lo detuvieron, fueron cuatro en total. Uno de ellos lo golpeó hasta que el cayera de rodillas.

—Tu vas a casarte con la mujer que escogí para ti, vas a sonreírle a tu prometida como si fuese lo mejor del mundo... Yo soy el unico que sabe en dónde están tus hijos, si desobedeces mis ordenes, te juro que doy la orden que los asesinen.

—Yo confie en ti —Dak Ho hablo como pudo—, tenias mi respeto abuelo, vas a pagar por lo que le hiciste a Jenn.

—Tu no haras nada —me miro—, sobre ti está el que este bastardo siga vivo.

Un cuchillo fue puesto en mi cuello.

—Llevenselo.

-Fin del flashback-

Tenía que haberle dicho que si en ese momento que si creía en ella, pero me deje llevar por los celos estupidos y no la escuche, ahora estoy metido aquí en este hueco esperando mi muerte, por que se que ese maldito va a matarme.

Pase los últimos tres años llorando la partida de Jenn, me había refugiado en el alcohol y renuncie a todo lo que poseía por que sentí que no debía tener nada, que no merecía tener nada si ella no estaba en mi vida.

Ahora que se que esta viva al igual que mis hijos no pienso rendirme, tengo que salir de aquí.

No se donde demonios estoy, no se escucha nada mas que mi respiración.

No se cuantos dias han pasado, pero se que son varios. Había venido a Corea para deleitarme con el compromiso de Dak Ho, por que estaba tan molesto con el por que había hecho su vida con otra mujer olvidándose de Jenn.

Era válido que lo hiciera, el pensaba que estaba muerta al igual que yo. Pero ahora las cosas han cambiado, el juego del anciano se volvió mas sucio de lo que era.

El sabe en dónde están mis hijos.

¿Quien lo diria? El maldito viejo jugó una carta bastante sucia, se ganó mi confianza y la de Jenn, haciéndose pasar por un anciano débil que la adoraba, esa historia inventada de mi abuelo tambien resulto ser falsa, el planeaba deshacerse de mi y de Jenn. Tenía todo calculado desde el inicio.

Sabía que la amaba, que de los dos yo era el que sufriría mas, sabia que renunciaria a todo lo que tenia y me refugiaría en el alcohol, el sabia que si estaba sin nada, no tendría como destruirlo.

El desgraciado lo supo jugar muy bien.

La puerta se abrió y los hombres del anciano me inmovilizaron, el padre de Dak Ho entró junto con el anciano. Ji Hoon se acerco a mi y me golpeo dejándome aturdido y así, colocarme un bozal.

—Es todo un perro asqueroso —escuche decir al anciano—, saquenlo.

Como pude forcejeé pero era imposible, sin agua ni comida, no tenia fuerzas. Me sacaron de lo que parecía ser un cuarto y me llevaron hacia un almacén. Mi ceño se frunce al ver a Dak Ho.

—Abuelo basta con esto, déjalo ir. Estoy haciendo lo que me pides, el no tiene nada que ver.

—No pienso hacerlo Dak Ho, te lo dije, harás lo que diga, si no, tus hijos pagarán las consecuencias.

—No sabes cuanto te odio —dijo entre dientes y este recibió un bofetada.

—Callate ¡tu eres el primogénito del imperio Kang! —le dio en el pecho con el arma—, te dejaste llevar por un par de piernas, que te hizo ser un hombre débil.

Me solté como pude y corrí hacia el anciano para derribarlo pero no pude hacerlo, me habían inmovilizado de nuevo.

—Mira cómo lucha —Dak Ho se negaba a verme— ¡Que lo mires! —me miro— miralo, lo mataré si te sigues negando a estar con tu prometida.

—¡No lo hagas Dak Ho! —alce la voz para que me escuchara— ¡No te dejes manipular por el!

—Suke, nuestros hijos corren peligro —dijo totalmente perdido—, no puedo dejar que toquen a mis hijos.

—¡Eres un maldito cobarde! ¡El metio a Jenn por meses en un cuarto, maldita sea abre los ojos!

—¡Lo se maldita sea lo se!

—Sueltenlo.

Me pusieron de pie y me soltaron.

—Tu, vas a matarlo —Dak Ho lo miro—, si no lo haces, asesinare a tus hijos.

—Abuelo no —lo vi ponerse de rodillas—, haré lo que me pidas pero esto no.. No voy a matarlo.

—Si no lo haces tu, lo hare yo.

Caí al suelo por el disparo que me dio en el hombro.

—Con una llamada, asesinaré a tus hijos.

—Esto te divierte ¿no es así bastardo? —me puse de pie como pude y me rei— ¿Te divierte quebrar a tu nieto? No —negué—, tu, tu estas asustado de que Jenn siga viva y tenga aliados por que sabes que ella te va a matar.

Mire a Dak Ho, justo ahora parece al Dak Ho que vi quebrarse cuando supo que Jenn estaba muerta.

—Matalo —volvió a decirle a Dak Ho—, quiero que lo asesines a golpes, hazlo Dak Ho.

Dak Ho se puso de pie, parecía perdido y asustado se Quitó el saco y vino hacia mi para darme el primer golpe. Caí al suelo tratando de recobrar el aliento.

—Perdoname Ryosuke —lo escuche sollozar—, si no hago esto, van a matar a mis hijos.

—No lo hagas —susurré—, no me mates, yo quiero ver a mis hijos.

—Perdoname —me tomo del cabello y pateó mi cara.

Con el poco aliento que me quedaba me arrastre pero el se coloco encima de mi y lo escuche susurrar:

—Solo deja de moverte por favor —decía mientras no dejaba de llorar—, voy a sacarte de aquí.

—¡Asesinalo! ¡Vamos!

Dak Ho rodeo mi cuello y empezó a hacerle presión a este dejándome poco a poco sin aliento, aun podía escucharlo pedirme perdón una y otra vez. Ya no podia mas.

(...)

Mi cuerpo dolía como los mil demonios, sentí como si un enorme camión me hubiese pasado por encima.

Lentamente abrí mis ojos y mire el techo ¿donde demonios estoy? ¿Estoy vivo?

Sentí que algo o alguien me tocó la mejilla, mire hacia mi lado y era una niña que sostenía un peluche, se Alejo de mi y se fue corriendo. Intente levantarme pero no pude hacerlo ya que todo el cuerpo me dolía, me mire el hombro y una venda cubría este.

Estaba dentro de una habitación. Mi vista se fue hacia aquella voz.

—Suke —susurro.

—Jenn —jadee—, Jenn mi amor.

—No te muevas —se acerco a mi—, estas demasiado herido.

—¿Como es que..? ¿P-Por que estoy aquí? —hice una mueca de dolor.

—Jiwon te trajo —se sentó a mi lado—, tienes que darles las gracias a el.

—Mierda —susurre— Dios Jenn, lo siento... Lo siento tanto —ella dejo de mirarme—, lo se, merezco que me odies por lo que sucedió, fui un imbécil.

—No es momento para eso —la vi limpiarse las lágrimas— ¿quien te hizo esto?

—Dak Ho —le respondí, ella me miro sin poder creerlo—, su abuelo lo obligó a matarme a golpes.

—Dios mio.

—No voy a defenderlo, pero yo hubiese hecho lo mismo —murmuré—, el anciano lo amenazó con matar a mis hijos si no me mataba. Por eso estoy así.

—¿Sabes de nuestros hijos?

—Si —asentí como pude—, pasé días encerrado en un almacén, el anciano iba a diario a torturarme y decirme que mis hijos estaban vivos y que los mataría —me trague el nudo en mi garganta—, fue un infierno estar encerrado, no había agua, comida... Nada.

—¿Cuando fue eso?

—La noche del compromiso de Dak Ho, ambos salimos a buscarte por que te habiamos creido, pero el anciano nos intercepto y obligó a Dak Ho a comprometerse, si no lo hacia, iba por nuestros hijos —hice una pausa— No pude defenderme.

—Aun me cuesta creer lo que ese señor ha hecho.

—Todo lo planeo desde un inicio —ella me miro—, la historia de mi abuelo, lo comprensivo, tu secuestro, todo... Todo junto a su hijo Ji Hoon.

Me senté en la cama como pude.

—¿Como llegue a ti?

—Dak Ho citó a Jiwon y te entrego a el, luego te trajo muy mal herido... No creíamos que sobrevivirías puesto a que te dio una paliza.

—Yo tampoco creí que sobreviviría —murmure— Jenn —me miró—, perdoname, perdoname por no haberte creído linda, yo... Estaba dolido en ese momento y me deje llevar por estupideces. No sabes cuanto me arrepiento de haber dudado de ti por un momento.

—Lo entiendo... Sin embargo no esperes que te perdone, por que tus palabras me hirieron mucho Ryosuke —sonrio con tristeza—, ya nada es igual.

Se puso de pie pero le tomé la mano, me importo poco el dolor en mi cuerpo.

—Se que no me merezco que me perdones, pero no pienso rendirme Jenn, fueron tres años sin ti y para mi fue aún más duro por que pense que estabas muerta...

Ella no respondió, solo se soltó de mi y salió de la habitación. Me merezco toda su indiferencia, toda esa frialdad. No soy quien para exigirle que me perdone, pero ella debe saber que tambien la pase mal estos tres años creyendo que estaba muerta.

(...)

Me tome la pastilla que Jenn me había dejado en la mesa, mi cuerpo no estaba soportando todo el dolor que Dak Ho me había causado con esa paliza. Mi rostro estaba morado, mis costillas también al igual que mis brazos.

Jenn no había venido mas desde que estoy aquí, una mujer me traía la comida y el medicamento. Claro que me merezco que me trate asi, soy el principal culpable de que ella haya pasado por esto.

Y hablando de ella, había entrado pero esta vez con un par de niños, de inmediato mi corazon empezo a latir con fuerza.

—Ryosuke, el es Ji Ho y ella es Ji Ah, son mis hijos... No estaba de acuerdo en que los vieras, pero ellos insistieron y no podía negarme.

Sentía dentro de mi tantas emociones, sobre todo la de felicidad de ver a ese par de pequeños. Mire hacia otro lado por que no queria que me vieran llorar.

—Mis hijos —dije con voz rota—, por Dios ¿cómo pudieron ser tan lindos? ¿Eh? —trate de sonreír.

La pequeña vino hacia mi para ofrecerme un muñeco que traía en sus manos, yo gustoso lo recibí, luego ella me dio la sonrisa mas bonita que he visto. Me moría de ganas por abrazarla pero temía asustarla.

Tres años, tres malditos años sin mis hijos.

Siento tanta tristeza y rabia la vez, por todo lo que ha hecho esa familia, por habernos separado de esta manera, sobre todo de separarlos de Jenn quien no tuvo la culpa de nada.

—Ji Ah, tienes un nombre hermoso.

—Gracias.

Regreso con Jenn, luego el pequeño se acercó e hizo una reverencia.

—Soy Ji Ho.

—Lo se, un gusto —incline mi cabeza hacia el—, Ryosuke.

—Vamos Ji Ho, es hora de su siesta.

El se despidio de mi con la mano al igual que mi hija, luego salieron junto con Jenn, abrace a mi al peluche que Ji Ah me había dado.

—Ya conociste a tus hijos —mire hacia la puerta, Jiwon estaba parado en el umbral—, Ji Ah, es idéntica a ti —se acerco—, no creí que sobrevivirías, Dak Ho te dio una paliza.

—Yo pense lo mismo —murmure—. Gracias por auxiliarme.

—No lo hice por ti, lo hice por ella —dijo refiriéndose a Jenn—. Por que cuando te vio, se quebró, a pesar de todo, te sigue amando.

—No merezco que me ame, no merezco siquiera a mis hijos.

—En eso estamos de acuerdo —se sentó en el sofa—. Nadie en este mundo merece el amor de Jenn, solo sus hijos... Por que ni siquiera yo la merezco.

—¿Por que me dices esto? Si es para decirme que...

—¿Me dejes el camino libre? —terminó la frase por mi— No amigo, no necesito competir con nadie, como se lo dije a Dak Ho, ninguno son competencia para mi, por que yo me gane a Jenn a pulso y ustedes, la perdieron.

—No tienes que decirme lo que ya se Jiwon —respondí tranquilamente—, se que perdi a Jenn y que todo es mi culpa, que debí creerle cuando la vi, que debí escucharla... Pero estaba dolido, dolido de verla que no reaccione de la mejor manera... —mire el peluche en mis manos— La amo, la amo a ella y a mis hijos y luchare por recuperarla, si no funciona, me iré de su vida.. Por que al menos se con certeza de que ella me ama.

Su rostro cambió a uno de molestia, no pienso competir como lo hice con Dak Ho, yo solo tratare de que me perdone y si tengo que arrastrarme por su perdón lo haré sin pensarlo.

—Tienes valor Ryosuke, tengo que admitirlo... Si estoy aquí, es para que me digas todo lo que sabes sobre la familia Kang.

—¿Lo haces por ella?

—Si, lo hago por ella y por mi... —recargo los codos en sus piernas— Dak Ho y yo somos hermanos.

Me quedé helado al escucharlo ¿su hermano? Eso es imposible, el anciano no tiene mas hijos.

—Me tienes que estar jodiendo.

—No miento Tanaka, Dak Ho y yo somos hermanos de la misma madre —dijo con tranquilidad—. Quiero obtener venganza por lo que le hicieron a mis padres. A Jenn y a sus hijos, pero para eso, necesito saber todo sobre los Kang, sus secretos mas oscuros... Se que tienes dinero, pero a la vez no tienes nada, que has vivido con Dak Ho por tres años, tu mas que nadie debe saber todo sobre su familia y sus movimientos.

—Quieres que te ayude —asintió.

—Asi es, necesito actuar pronto por que tus hijos están en riesgo.

—Lo hare —dije sin pensarlo— pero tienen que incluirme, no creas que me quedare con los brazos cruzados, esos bastardos me golpearon y me encerraron. No pienso dejar pasar esto.

—¿Que harás? —rió— Ya no tienes poder.

—Te equivocas, aun poseo un puesto en la Yakuza, mis hombres siguen a mi mando y te puedo asegurar de que meterían las manos al fuego por Jenn, ella sigue siendo su señora.

—No confio en ti —se puso de pie—, pero te daré el beneficio de la duda, pero una cosa si te dire, si rompes tu promesa, hare que te hundas en el rio en el que encontre a Jenn.

—Espera —se detuvo—, que nadie sepa que mis hijos los tiene Jenn.

—No te preocupes, que nadie lo sabra. No olvides lo que te dije.

Claro que pienso cumplir mi promesa, voy a desquitarme con el anciano y su hijo, esto que me hicieron no se queda así, mucho menos lo que le hicieron a Jenn y a mis hijos.

Se que no debería interferir, pero Dak Ho ahora esta siendo un títere de su abuelo, aun cree que el anciano tiene a nuestros hijos y esta haciendo lo que el quiere para poder mantenerlo en su poder. A pesar de que el fue mas idiota que yo, no es justo que su familia lo use de ese modo.

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