Jenn:
Miraba los papeles para la edición de mañana del periódico, todo había salido en orden en mi ausencia, me encanta tener un equipo de trabajo bastante competente.
Regrese ayer de la casa de mis padres y hoy quise venir a trabajar para no perder el ritmo. Estar esos días con mis padres fueron bastante tranquilizadores, ambos me dieron buenos consejos y pude relajarme como tanto quería, les deje a mi bebe por un tiempo para que pudiera bajar de peso, me iba a hacer mucha falta pero era necesario según mi papá.
—Hola hola —Mia entro a mi oficina—, pero que linda, cuentame.
—¿Que debo contarte?
—Lo sabes bien querida amiga, los jefes fueron hasta la casa de tus padres.
—Si, porque les diste la dirección —alce una ceja ella solo rió—, no te rias, fueron hasta Texas solo para hablar conmigo.
—Si no iban hasta allá, es que no iban en serio contigo —se encogió de hombros—, pero me alegra saber de que si van más que en serio... Amiga que afortunada eres.
No lo llamaria asi, solo es una relacion, aunque ellos no me lo han pedido de manera formal, pero supongo que estamos juntos ¿no?
Pero si se sintio bien que hayan ido hasta allá para decirme que desean estar conmigo. Ahora pensaba en lo que dirán en el periódico, pensaran que obtuve mi puesto por haberme acostado con ellos, cosa que no fue así, pero nada les quitará esa idea de la cabeza.
—Mis padres los adoraron ¿puedes creerlo? Aceptaron mi relacion asi como asi.
—No lo creo —dijo sorprendida—, vaya que tus padres son lo mejor —le asenti—. Pero es mejor que lo sepan, así están claros de que estas con dos papacitos que estoy más que segura que pondrían al mundo de rodillas para ti.
—No exageres Mia.
—No lo hago, es la verdad.. Ambos hombres están locos por ti, se les nota demasiado, aunque tengo una duda, ambos son territoriales ¿no es así? —le asentí— ¿cómo lo tomaron?
—No muy bien al inicio, pero supongo que ambos hablaron y dejaron las diferencias para estar conmigo. Y esta bien, seria muy molesto tener que lidiar con ese par peleando por mi todo el tiempo.
La puerta de mi oficina fue tocada, Mia fue a abrir era un chico de edición, el mismo que me había traído el paquete de Dak Ho.
—Señorita Foster, alguien la busca.
—¿Quien?
—Es un policia, se apellida Hills.
La cara de Mia era un poema, ella sabia que me acostaba con el hace un tiempo y que después empezaba a llamarme, no entiendo que hace aquí.
—Hazlo pasar por favor.
—¿Estás segura? —le asentí a mi amiga—, despues hablamos, te veo en la sala de juntas.
—Seguro.
Ella salió, poco después entro Thomas, vestía de forma demasiado formal, con su traje, había olvidado que es jefe de la policia de New York, en sus manos traía unas flores y una bolsa con cafes.
El mismo truco que uso para invitarme a salir.
—Hola Thomas —me puse de pie para ir a saludarlo con un abrazo que el correspondio.
—Que hermosa estas Jenn —me sonrió—, ahora eres editora en jefe, felicidades.
—Gracias.
—Ten —me dio las flores junto con el café—, espero que te gusten.
—Gracias, dime Thomas ¿a que viniste?
Deje lo que me dio en mi escritorio, la verdad no me apetecía verlo pero no quise ser mal educada.
—Pues a verte, quería saber si estabas libre para salir esta noche —sonrió un poco—, ya sabes, comer, ir a tomar algo lo que quieras..
—No creo que sea posible Thomas —le sonreí y el frunció el ceño—, es que no podemos seguir saliendo por que...
No termine de hablar ya que Dak Ho entro a mi oficina con una caja en su mano, miró a Thomas y luego a mí, vi como el se puso recto y camino de forma segura hacia mi.
—Hola nena, no sabia que tenias visita.
—Ah si, Dak Ho el es Thomas, Thomas, Dak Ho.
La altura de Dak Ho era mayor a la de Thomas, por que si, Thomas es alto pero Dak Ho lo era aún más, además del porte de dominante que tiene el, su aura asfixiante era algo que era difícil de explicar.
—Thomas Hills.
—Kang Dak Ho —estrecharon las manos, pero vi demasiado serio a Dak Ho—, el novio de Jenn.
—¿Novio? —me miro—, no sabia que tenias novio Jenn, como me dijiste cuando nos acostamos que no querias una relacion seria —se había puesto muy serio.
Lo que me molesto era que mencionara que me había acostado con el ¿que mierdas le pasa?
—Lo que acabas de decir esta de mas ¿no lo crees? —el miro a Dak Ho su cara era de molestia—, Jenn no tiene por que darte explicaciones de su vida.
—Thomas, vete por favor.
La cara de Thomas era un poema, solo se arreglo el saco y salió de mi oficina realmente molesto, justo ahora me replanteaba el por que mierdas me había acostado con el.
Dak Ho dejo la caja en mi escritorio, tomo las flores y los cafés para tirarlos a la basura, yo me quede quieta en medio de la oficina, se notaba un poco molesto.
—Quiero una explicación Jenn.
—¿Que quieres saber? ¿Que si me acostaba con el? Si, pero eso fue en el pasado.
—No eso —masculló molesto—, del hecho que estaba aquí y te trajo flores.
—Solo quería invitarme a salir Dak Ho, estaba por rechazarlo pero entraste.
—Te acostabas con el —se pasó la mano por la barbilla mientras que la otra se posaba en su cintura—, estoy celoso.
—Fue en el pasado Dak Ho, eso quedo atras... Yo misma corte con el por que no quería nada serio.
Vino hacia mí y me pego a su cuerpo de forma brusca, su mano se metió en mi nuca y estampo sus labios con los míos, la forma en que el me besaba era demandante y lujuriosa enviando corrientes de placer a mi cuerpo, su enorme mano dio un apretón a mi trasero con fuerza sacándome un gemido que quedó ahogado en su boda.
—Eres solo mia Jenn —dijo en un susurro cerca de mi oído—, no dejare que nadie más toque lo que me pertenece.
Me alzo para sentarme en el escritorio con suma brusquedad, se metió entre mis piernas y subió un poco mi falda para tocar mis muslos e ir más allá.
—No sabes lo celoso que estoy Jenn, mereces un castigo.. —rozo su nariz con la mía— y ese sera dejarte con las ganas.
Se apartó de mi y sonrió de lado, yo solo lo mire mal. Me baje de mi escritorio para acomodarme la ropa, acabo de odiarlo por dejarme a medias, solo por Thomas.
Que infantil.
—Que hermosa bienvenida me has dado —dije con ironía.
—Lo recompensare pero no aquí, en la caja está tu desayuno... Solo vine a verte, también a darte esto.
De su saco, sacó unas llaves y las dejo sobre mi escritorio.
—¿Para que son?
—Lo sabrás en la noche —sonrió—, mandare por ti y nena... Usa algo hermoso. A las siete.
—Esta bien... —vino de nuevo a mi para dejarme un beso corto.
—Nos vemos en la noche.
Le asentí y el salio de mi oficina, yo observe las llaves en mi mano, eran dos en total, no entendia bien para que eran pero tengo una pequeña idea, quizá esté equivocada.
(...)
En la noche...
No sabia si era buena idea o no colocarme un vestido, ya que no sabia para donde iría, pero decidí arriesgarme y colocarme algo lindo para Dak Ho.
No dejaba de mirar mi teléfono, Ryosuke no me ha llamado en todo el dia, ni siquiera me envió un mensaje, supongo que esta ocupado, no quiero que piense que soy una tóxica controladora o algo asi.
Escuche una corneta, sabía que era que habían llegado por mi. Tome mi bolso y abrigo, cerré la puerta de mi departamento y baje hasta la recepción, afuera estaba un auto realmente lujoso y un hombre esperándome.
—Señorita Foster —el hombre hizo una pequeña reverencia.
—Por favor no haga eso —extendí mi mano hacia el—, llameme Jenn por favor.
—El secretario Park —estrecho mi mano—, el señor Kang me envió por usted, por favor.
Abrió la puerta del auto y me subí, el hombre de apellido Park, encendió el auto y asi empezo a conducir, sonrei al ver mi telefono, papá me había enviado una foto de Bob, estaba acostado en sus piernas, mi bebé es demasiado consentido.
El había conducido por un buen rato hasta llegar a un enorme edificio, era la zona más exclusiva de New York, siempre pasaba por aqui en bus, siempre soñé con vivir aquí, pero era eso, un sueño nada mas.
El señor Park dejó el auto estacionado dentro del mismo edificio, el me abrio la puerta y yo le agradecí amablemente.
—Ahí está el ascensor —lo señaló—, pulse el botón quince y entre al pasillo, la puerta es la cien.
—Gracias señor Park —le sonreí y el me ido un asentimiento.
Llegue al ascensor e hice lo que el me indico, movía mis pies nerviosa por que no sabia para que vendria a este lugar, camine por el largo pasillo, viendo lo lujoso que era este, al llegar a la puerta iba a tocar, pero recordé las llaves así que las saque, metí una y la puerta se abrió.
Cerré la puerta detrás de mi, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, lo enorme que era este departamento por dentro, parecía la casa de Dak Ho, sofas color crema, las paredes del mismo color, el piso de color blanco.
Camine un poco más, el comedor era redondo, ocho sillas en total. Cuadros por todos lados, un piano de cola color negro junto al ventanal, jadeé al ver la cocina con todos los juguetes.
—Llegaste.
Voltee hacia la voz de Dak Ho. No tenía el saco puesto, su camisa estaba arremangada a los codos, en su mano traía un vaso con lo que puedo intuir es Whisky.
—Estas hermosa nena —sonrió.
—Gracias... Este departamento, enorme y... Demasiado lujoso —volví a mirar todo— ¿es tuyo?
—Si y no —no dejaba de mirarme—, ven conmigo.
Tomo mi mano y me llevó hacia el pasillo hacia una puerta, el la abrió dejándome ver una habitación, una enorme cama estaba casi que en el medio de la misma, frente a ella un televisor y dos puertas mas que creo que es el baño y el closet.
Todas las luces estaban apagadas a excepción de una, una que estaba en el rincón de la habitación. Dak Ho tomo mi bolso y mi abrigo y lo dejo sobre el sofá, se acercó de nuevo a mi y paso sus nudillos por mis brazos.
—Esta es la primera vez en mi vida que hare algo como esto Jenn —murmuró—, pero estoy dispuesto a hacerlo solo por ti.
Mi mirada era de total confusión, no sabia de que estaba hablando. Voltee hacia los pasos que se escucharon, Ryosuke había entrado a la habitación y de inmediato lo supe, tendría sexo con ambos esta noche.
Ryosuke se acercó a mi, me dio una sonrisa preciosa luego su mirada bajó hasta mi cuerpo en donde lo escaneo mordiéndose el labio inferior, su brazo rodeo mi cintura y me pego a el ligeramente, mis manos se posaron en su pecho, su mano libre entro a mi nuca para acercarme a su rostro y rozar nuestros labios.
—No tienen que hacer esto por mi, no quiero hacerlos sentir incómodos —solté en un murmullo.
—Estamos los tres en esto —ambos nos miramos—, estaremos bien —me sonrió.
Sus labios se unieron a los míos, el beso entre nosotros era desesperado y ansioso, un jadeo salió de mis labios cuando senti como empezo a tocarme y poco a poco me estaba perdiendo en sus besos.
Nos movimos un poco hasta quedar en la cama, el se sento y me subió a su regazo. Yo misma me saque los zapatos, el mismo Ryosuke empezó a bajar el cierre de mi vestido, hasta dejarlo en mi cintura, como no tenia brasier el empezó a besarme el abdomen y apretar mis pechos.
Mire hacia el ventanal en donde la luz de la Luna entraba a la habitación, Dak Ho nos miraba mientras estaba sentado en el sofá, se bebía su Whisky de forma pausada, no se por que pero me excitaba tanto que el me mirara mientras que Ryosuke me tocaba.
Un jadeo salió de mi boca cuando me giro haciendo que mi cuerpo cayera en la cama, el termino de sacar el vestido de mi cuerpo, se metió entre mis piernas y atacó mi cuello sin esperar demasiado.
Mi vista no se despegaba de Dak Ho, que me moría por que el me tocara también.
Ryosuke tomo mis manos y las puso por encima de mi cabeza, Dak Ho se puso de pie y este le entregó una corbata, el sin pensarlo me ató las muñecas.
—Estarás quieta ¿verdad nena?
—Si.
—Que obediente —lo escuche reír—, venda sus ojos, le encanta.
Iba a hablar pero preferí callarme y disfrutar de esto.
Un antifaz fue puesto en mis ojos dejándome en la total oscuridad, mi espalda se arqueó cuando un par de manos distintas pasaban sus dedos por mi cuerpo.
—Creo que disfrutaremos mucho esto —dijo Ryosuke—, abre las piernas, seré el primero en probarte.
No iba a negarme a esto, tengo que disfrutarlo. Abrí mis piernas y mis bragas fueron rotas, sentí sus manos acariciar mis muslos y un beso que fue dado en mi vientre.
—¡Ah, si!
Un fuerte gemido salió de mis labios al sentir como la lengua de Suke pasaba por mis pliegues ya humedos, mis muñecas fueron inmovilizadas por Dak Ho, quien empezó a besarme de forma ruda, el sabor a Whisky se podía sentir en nuestro beso.
Ahogue un gemido al sentir como los dedos de Suke entraron dentro de mi, los gruñidos de ambos se mezclaron entre si y para mi era más que suficiente para llevarme al orgasmo. Un tercer dedo entro en mi y por la sensación que este me daba, supe que eran los de Dak Ho por que se siente igual cuando estuvimos en el auto esa noche.
Dichos dedos se movieron más rápido enviando espasmos por todo mi cuerpo haciéndome estallar en mi primer orgasmo.
Mi respiración era un completo desastre, pero no me siento del todo satisfecha. Escuche ruido, mucho ruido a mi alrededor y mi cuerpo estaba ansioso por saber que es lo que pasara despues.
Sentí que fui levantada por un par de brazos desnudos, sabía que era Dak Ho. El antifaz salió de mi rostro encontrándome con la mirada intensa de mi hombre, me dio un beso corto y una sonrisa de lado.
Mire hacia la cama, Suke estaba completamente desnudo acostado en ella, Dak Ho me bajo y soltó mis manos.
—Quiero que lo montes —susurro en mi oído—, mas te vale no parar nena por que vas a recibirme a mi tambien.
Sin esperar demasiado me subí a la cama, me posicione encima de Ryosuke y de una sola estocada entro en mi haciéndome gritar, mi cabeza se fue hacia atrás y jadeé al ver el enorme espejo en el techo.
Mis caderas se movieron mientras que veía por el espejo como Ryosuke tenía la boca abierta y su pecho subía y bajaba de forma frenética, el apretaba mis pechos y pellizcaba mis pezones, me estaba perdiendo en este enorme placer que el me estaba dando.
La cama se sintió pesada alce la cabeza viendo a Dak Ho sosteniéndose el miembro mientras lo masturbaba, su mano se fue a mi cuello dejandome inmovil, el hacía un poco de presión pero sin llegar a lastimarme.
—A nuestra Jenn le excita mirar —Ryosuke jadeaba su mirada conecto con la mia a traves del espejo—, que delicia verte asi linda.
Caminar no fue una opción.
Deje de respirar cuando Dak Ho empezó a penetrarme sentí algo caliente, tome un poco de aire hasta que me acostumbre a su tamaño. Yo misma empecé a moverme ganándome así los gruñidos por parte de ambos.
La imagen de ellos dos entre mi cuerpo, creo que es de mis favoritas.
—Joder Jenn —Dak Ho pego su frente en mi cabeza mientras se movía con más fuerza—, me estas apretando la polla.
—Se siente tan bien —Ryosuke gimió con fuerza.
Yo no podía hablar, me estaba deleitando con ellos dos llenandome. Dak Ho hizo un poco mas de presion a mi cuello y Ryosuke a mi cintura mi mente dejo de pensar solo me deje llevar por el placer que estaba experimentando mi cuerpo.
No sabía qué cosa era más placentera, si ellos embistiéndome como animales o ellos gruñendo como unos, lo que si sabia es que ambos me generaban el mismo maldito placer, esto era el cielo.
Mi cuerpo se sentó cuando ambos estaban dándome en mi punto, los tres nos corrimos casi que al mismo tiempo y ya no supe mas de mi.
No..
Necesito más...
(...)
Mi cuerpo se removió un poco sobre las suaves sábanas. Al abrir los ojos me encontré con mi reflejo, mi cabello estaba hecho un completo desastre, ese espejo en el techo no se si me gusta.
Ninguno estaba a mi lado, sonreí como tonta al recordar lo de anoche.. Joder, tuve sexo con dos hombres a la vez por primera vez en mi vida, Dios estoy loca definitivamente.
Mire hacia la ventana que abarcaba toda la habitación, Dak Ho estaba sentado en la mesa tecleando algo en su computadora mientras se tomaba un café, era tan sexy ver su enorme torso pulcro y musculoso, los lentes en su rostro y una toalla en su cintura, joder mi hombre es sexy.
—¿Ya dejaste de mirarme? —su voz me sacó de mi ensoñación.
—Buenos días —me puse boca abajo y le sonreí, el me correspondió— ¿por que estas ahí y no en la cama cielo?
—¿Acabas de llamarme cielo? —asenti—, no me hagas ir a la cama y follarte Jenn.
—No es mala idea, por cierto ¿Donde esta Ryosuke?
—Salió por comida, lo único que hay aquí es café, debe regresar en un momento, mejor ven aquí y dame un beso.
Tome la bata y me la coloque, iba a darle un beso pero me sentó en sus piernas y darle suaves caricias a mi mejilla.
—Estuviste fantástica anoche —su pulgar pasó por mi labio—, follarte así con el idiota presente no estuvo tan mal.
—Lo se, pero no quería que se sintieran incómodos.
—Nada que ver nena.
Eso me preocupaba, no quería que lo hicieran por mí, si no que estuvieran de acuerdo, pero anoche ambos me dominaron a la perfección y eso me gusto demasiado.
—¿De quién es el departamento?
—Por los momentos mío, tuyo si lo aceptas.
—¿Que? No hablas en serio Dak Ho. —quite su mano de mi mejilla.
—Hablo muy en serio Jenn —me tomo del rostro—, puede que suene demasiado pronto, pero estoy loco por ti... Creeme que pondría al maldito mundo a tus pies si me lo pides.
Jadeé ante sus palabras, por su mirada sabía que hablaba en serio.
—No se que decirte Dak Ho...
—No digas nada, solo quería que lo supieras, me tienes loco nena —empezo a besar mi cuello—, maldita sea, tienes el olor de los dos en tu cuerpo, eso me pone duro.
—Espera Dak Ho.. —solté un jadeo.
Nos detuvimos al escuchar la puerta, escuchamos la voz de Ryosuke hablar, el había entrado a la habitación.
—Buen dia linda —sonrió—, ven aquí y dale un beso a tu hombre —abrió sus brazos, Dak Ho rodó los ojos, yo solo rei.
Me baje del regazo de Dak Ho para ir hasta el y darle un beso y el abrazo que de inmediato me correspondió. Me rei cuando me cargó sobre su hombro para llevarme hacia la cocina.
—Desayunaremos —me bajo y me dio otro beso pero esta vez en la frente— ¿qué quieres comer?
—Quiero fruta.
—Fruta sera —sonrio y yo le correspondí.
Esto de tener dos novios, me hace sentir bastante afortunada. Se preocupan por mi y me hacen sentir cómoda y eso me gusta, me gusta sentirme asi.
Lo que paso anoche va a marcar nuestra relacion y espero que para bien.