Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl amanecer llegó envuelto en un silencio extraño.
El aire olía a tierra mojada, pero también a algo más… como si el día trajera consigo un eco del pasado.
Emma Ríos encendió la computadora del despacho. Quería revisar los reportes de reconstrucción, las listas de niños, las donaciones. Intentaba aferrarse a la rutina, porque el dolor de perder a Nora seguía latente, incrustado en cada rincón del refugio.
El correo se actualizó con un sonido suave.
Un mensaje nuevo.
Asunto: Para ti, niña de los ojos claros.
Remitente:







