Mundo ficciónIniciar sesiónDespués de tanta espera, al fin había llegado el día.
El Festival de la Agricultura se celebraba solo una vez cada cinco años, y aunque cada edición despertaba la misma emoción y reverencia, esta vez todo parecía distinto. El aire estaba cargado de una expectación casi eléctrica, como si incluso los muros del palacio supieran que algo importante estaba por comenzar. Desde el amanecer, los alrededores se habían convertido en un torbellino de vida. Los pasillos vibraban con los pasos apresurados de los sirvientes, los patios se llenaban de murmullos excitados de los invitados, y el retumbar de los tambores a lo lejos anunciaba la inminencia del festejo. A través de las ventanas nos llegaba el eco de la ciudad, transformada por completo. La capital entera latía al unísono, invadida por aromas de especias, pan recién horneado y frutas dulces que parecían flotar en el aire como un embrujo irresistible. Mesas rebosantes de manjares adornaban ca






