Mundo ficciónIniciar sesiónAl llegar a los aposentos de Nuriel, lo primero que vi fue su figura recostada sobre la enorme cama.
La luz tenue de las lámparas apenas iluminaba la habitación, creando sombras suaves que se reflejaban sobre sus sábanas de seda. Pero nada de eso importaba, porque lo que realmente captó mi atención fue ella. Lucía tan vulnerable... tan frágil. Nunca antes la había visto así. Nuriel siempre había sido sinónimo de fortaleza, de elegancia inquebrantable, la mujer que gobernaba un imperio con la misma facilidad con la que inspiraba respeto. Pero ahora, allí, con la mirada perdida en el techo y los labios apenas entreabiertos, parecía rota. Cansada. Como si llevara el peso del mundo sobre sus hombros. Mi corazón se hizo pedazos. Sin pensarlo dos veces, crucé la habitación y me subí a la cama. Me acurruqué junto a ella, rodeándola con mis






