Todos tememos a la muerte y la muerte le teme a lo que ha comenzado a sentir. Ella que ha existido por siempre se enamora de una joven de ojos grises enferma de cáncer, es la primera vez que este temido ser se detiene para mirar alguien, una mujer que la enamora desde el primer momento y que se obsesiona con ella al punto de personificarse solo para hablarle.
Ler maisLos seres vivos hemos existido por miles y miles de años, en cualquier forma de vida o especie, pero siempre existentes, que con el paso del tiempo fueron evolucionando y con esto nuevos seres que se hicieron llamar hombres pensantes, iniciando la domesticación y caza de animales y el descubrir de un sinfín de cosas, tanto buenas como malas.
Poco a poco el mundo que alguna vez fuera dominado en un principio por tan solo bestias y animales fue tomando forma, claro que evolucionar hasta la era actúal tomó años, miles de años, pero el renacer de un nuevo mundo trae consigo consecuencias, maldad, enfermedades, ambición de poder y avaricia, hicieron la guerra, la esclavitud, el racismo, pero también crearon leyes para hacer la vida un poco más justa, aunque en ocasiones fuera imposible, también crearon religiones a quienes les dieron un dios que nadie había visto y solo se rumoraba que existió hacía miles de años pero que nadie en la actualidad lo había visto. Solo aquellos que se creían superiores a los fieles seguidores de la religión, decían tener supuestamente un gran acercamiento con el señor de los cielos y eran ellos quiénes comenzaron a dirigir a aquellos que los seguían, diciendo que estaba bien y que estaba mal, comenzando hacer jerarquías en dónde dejaba dudas de si ser humilde era la verdad de Dios.La gente siempre queriendo imponer las reglas a los demás, aquél que tiene más poder es el que decide por los demás, siempre a su conveniencia, la gente era egoísta, soberbia, mentirosa, envidiosa e inhumana entre ellos mismos, además de asesinos, pero había un ser a quien no le importaba quiénes eran unos y otros, o a qué generó, religión y política pertenecían, ese ser solo iba por ellos tarde que temprano, algunos se iban antes que otros pero al fin de cuentas todos terminaríamos igual.Podían celebrar la vida, pero también lloraban la muerte. La muerte ¿Qué era la muerte? ¿por qué debían de morir los seres queridos? Una pregunta que todos nos hacemos y se venía haciendo desde tiempo atrás, pero para algunos la vida de otros no valía nada, se mataban unos a otros sin tener el más mínimo tiento. Guerras sin fin, llevadas por estúpidas ideas o por el simple hecho de tener creencias religiosas diferentes o bien por apoderarse de la riqueza de algún otro país y así hacer matar y padecer a miles de inocentes sin piedad.Pero tras la existencia de todos también existió un ser, un ser invisible, el cual era encargado de llevarse cada vida, de arrebatar ese último aliento de cada ser humano, ella era el único ser con el poder de llevarlos a ese otro lugar que ni siquiera ella conocía, pues siempre aguardaba frente a esa enorme puerta en color blanco cuando dejaba allí las almas, para poco después marcharse de nuevo y cumplir con la enorme lista que guardaba dentro de uno de sus bolsillos invisible y con la cual recorría el mundo entero para buscar ésa vida que sería concedida a otra en otro nuevo cuerpo.Ese ser, era la muerte.La muerte no era feliz, era fría, carecía de emociones y de expresiones. Fue y era testigo de cada injusticia que se cometía, ella sabía todo, si alguien pudiera verla y escucharla sabría toda la verdad de todas las verdades sobre el mundo. Con el paso de los años se fue convirtiendo para los vivos en un ser despreciable al cúal le temían, pero la mayoría no dejaba de ser imprudentes en muchos casos provocando accidentes acusando así su muerte y otras la buscaban al suicidarse.Por eso conforme la muerte de las personas iba causando impresión en la humanidad la comenzaron a imaginar, preguntándose muchas veces ¿en como podría ser ese terrible ser cruel que terminaba con la vida?Pronto le dieron una imagen tétrica, un cuerpo de esqueleto descarnado, cubierto con una túnica negra que sólo le dejaba descubierto el rostro, en su mano le pusieron una guadaña y la muerte se preguntó ¿donde diantres la habían visto? Por supuesto que la muerte no se alegro de aquella imagen tan fea y tétrica que le asignaron, ella no era así. Gracias a eso fue aún más temida por todos, pero salvo que con el paso del tiempo algunas personas comenzaron a idolatrarla, por que según ellos la muerte concedía algunas de sus peticiones, pero realmente ella no era nadie y no hacía nada por ellos, en sí, ella no tenía un don especial más que el solo poder arrancar la vida, los milagros que según la muerte les realizaba era producto de ellos mismos, gracias a sus grandes deseos de conseguir lo añorado.Y así, de esa manera la muerte se hizo de una horrible imagen para algunos y de una loca manera ser adorada por otros.La muerte miraba en sus rápidos y fugaces recorridos dentro de los museos los cuadros de hermosos y divinos ángeles pintados al óleo mostrando y reflejando paz, mientras que a ella le pintaron de una manera cruel ¿Qué acaso ella no los llevaba al verdadero descanso luego de una larga vida o de una dolorosa enfermedad? ¿porqué a ella le habían asignado el papel de villana y el eslabon más bajo? Ella, tan solo era una mas de la creación del universo. Con los años se acostumbró a que la mirarán de esa manera, pero era su deber llevar vidas para que dieran paso a otras y durante toda su existencia jamás se había topado con algún ser de luz, le estaba prohibido ir más allá de donde se movía diariamente, sólo escuchaba la voz de su superior, al cual no podía mirarle nunca y debía mantener la cabeza inclinada cada que le hablaba de algún lugar del cielo. La muerte iba de un lugar a otro sin descanso, ella realmente no sabía que era descansar, no tenía en sí ningún sentimiento, no sentía nada por nadie, pero si sabía que era el odio, el rencor, el enojó y la irá, lo podía ver en el rostro de cada una de las personas en el lugar de cada muerte de alguien y en todas, ella era la culpable, pero la muerte no hacía más que su deber. La muerte siempre recogiendo vidas en carreteras, viviendas, pero sobre todo en donde más recogía vidas era en los campos de guerra y los hospitales, una rutina muy conocida para ella, pero esta vez cuando pasaba por un largo pasillo blanco y escéptico como la mayoría de todos los hospitales, algo por primera vez llamo su atención.Jamás en su eterna existencia se había detenido a mirar algo o alguien, nunca había mirado un amanecer o una noche con sus estrellas por que simplemente no tenía tiempo, en todo lugar tenía que estar y fijarse en esas pequeñas cosas que ofrecía la vida, para ella no tenían ningún sentido, sin embargo para todo aquél que estaba a punto de perderse de todo esa parte agradable del mundo era lo más triste y horrible que podía haber, sobre todo si se era joven como en la persona que la muerte posó sus ojos aquella mañana. Por un momento ignoró su lista, para tomarse unos segundos y sólo mirar a la joven de ojos grises que apareció de repente en su campo de visión, al detenerse miró los ojos más bonitos que jamás había visto durante toda su existencia, tenían algo especial, pero la muerte no sabía descifrar que era porque simplemente no sabía de sentimientos o emociones agradables, sólo sabía de lo desagradable que ella resultaba para el resto de los vivos. Sin embargo la muerte miró con fascinación aquel rostro y aquellos ojos, parecio que por ese instante no existía nada más que la jóven que miraba atraves del cristal, pero como acostumbraba volvió a su realidad y se marchó para continuar con su deber.Rebeca, ese era el nombre de la joven en quien la muerte posó sus ojos, Rebeca sintió un escalofrío cuando fue observada por la muerte en esos breves segundos y se acurruco más en el sofá en el que estaba, mientras dejaba que el tratamiento corriera por sus venas, era su segunda quimioterapia, aún tenía cabello pero ya comenzaba a caer de a poco. Le habían diagnosticado cáncer poco más de un mes cuándo sintió una bolita en el seno derecho mientras se exploraba, hacía poco que su madre le había aconsejando que se autoexplorara y nunca espero encontrarse con algo, Rebeca se creía sana, llevaba una vida saludable y su madre pocas veces le dejaba comer comida chatarra y sin embargo había resultado enferma de ese terrible mal, antes de de ir al médico estuvo ansiosa, pero eso no fué tan malo como cuando le dijeron que aquella bolita era un tumor maligno y que debía de ser operado antes de que creciera y fuera avanzar más y fuese más difícil combatir las células cancerígenas, obviamente después de la cirugía tendría que tomar algunas secciones de quimioterapia pero que estaría bien en algunos meses.Rebeca era acompañada por su madre durante el tratamiento, la vida de su familia cambió desde el momento en que le dijeron que tenía cáncer, fue una noticia que no esperaban y mucho menos sus padres. Lloró y lloraron cada quien a solas y en silencio, ninguno se mostró débil delante de otro y las lágrimas derramadas no quitarían su mal, así que sus padres dejaron de hacerlo para darle ánimos a Rebeca que se encontraba muy afectada, ya que su vida cambiaría totalmente. Estaba a punto de graduarse de la Universidad, había terminado de hacer su servicio hacía a penas unos días antes de enterarse que estaba enferma, tenía 23 años y se le hacía injusto que ella tuviera cáncer, no quería verse calva y fea para el día de su graduación ya que seguramente así estaría para cuando llegará esa fecha.Rebeca tenia dos hermanos Fernando el mayor y Lucía la menor, ambos se sintieron tristes por lo de su hermana y por ello no sintieron celos cuándo desde aquel día sus padres comenzaron a volcar toda su atención sobre su hermana, algunas cosas en casa habían comenzado a cambiar, todos parecían hacer las cosas con cuidado, como si alguno de ellos se fuese a romper por decir o hacer algo, pero todo era debido a la situación de enfermedad que se vivía en casa.La primera quimioterapia trajo vómitos horas después, sus padres y no solo ellos habían estado ansiosos cuando la habían visto con náuseas y después dirigirse a vomitar en su habitación. Cuándo ellos se habían sentado a comer Rebeca no les acompaño, no se le apetecía y ellos tampoco le obligaron, el oncólogo les había dicho que no le obligaran, pero que comiera cuándo tuviera ganas de hacerlo y que debería comer cinco veces al día en pequeñas porciones y así fue como comenzó su vida con cáncer.Su padre era quien las llevaba al hospital para que recibiera su tratamiento contra el cáncer, él debía ir atender una de las dos librerías que tenían, ese era la manera en que ellos desde hacía algunos años les sustentaba la vida y ahora con la enfermedad de Rebeca más que nunca tenían que estar en servicio.Su madre Carolina estuvo acompañándola hasta que terminó el tratamiento, volvieron a casa en taxi, las primeras horas Rebeca no sintió ningún malestar, pero ya por la tarde Rebeca comenzó a sentir náuseas, que dieron paso a arcadas y finalmente al vomito, su madre sintió angustia al verla pero ya sabía que sería un proceso normal, pero aún así no dejaba de preocuparse, de sentirse impotente y triste por no poder evitar el malestar de su hija a quien cuido hasta que dejó de devolver el estómago y se quedó dormida.-¿Cómo está? ¿se ha sentido mal? – fue lo primero que preguntó Augusto a su esposa al llegar a casa.-Pues está dormida, cuando recién llegamos no se sintió mal sino mucho después, en la tarde. Cómo la vez pasada.-¿Qué problemas tuvo?-Nauseas y vómito.-¿Dónde está?-Se ha quedado dormida, parece agotada cada que termina de vomitar.-Me imagino, esta bien que descanse.-Si, su oncólogo me ha dado unas hojas en la cual explica el proceso del tratamiento contra el cáncer. Las hojas que me prometió la otra vez.-¿Ya las has leído?-Solo leí un poco.-¿Dónde están?-Ahora te las traigo.Frustrada y sin más que hacer, se quedó observando a Úrsula como le lloraba y después de calmarse, vio como le quitaba la pijama con cuidado y le vestía con un bonito vestido en color crema con estampados de colores vivos, cuando terminó de hacer esto, la miro sacar su estuche de maquillaje para comenzar a aplicárselo con dedicación y esmero, hasta dejarla como una muñeca.Rebeca estaba estremecida por lo que miraba, sentía deseos enormes de abrazarla y de consolarla, pero seguramente no podría tocarla, era la nada y fue entonces que entendió a Úrsula, estaba por fin en sus zapatos, a pesar de saber que no sería palpable, Rebeca se acercó a Úrsula y la rodeó con sus brazos, pero era tan etérea que no fue capaz de sentir nada, frustrada se alejo de Úrsula, ahora se arrepentía de no sentir nada, de tanto desear no sentir dolor, ahora no sentía ni lo uno ni lo otro.Rebeca estuvo presente en todo lo que sucedía alrededor de ella tras su muerte, vio a su familia llegar y llo
Cuando llegó el momento de la cristiana sepultura, Úrsula tuvo ganas de desaparecer en cuanto el féretro descendía despacio hacia la fosa que guardaría por siempre los restos del cuerpo de Rebeca, pero se quedó allí mirando, tan rígida como una estatua de piedra, era consiente de que Carolina y Augusto lloraban desconsolados al igual que sus hermanos, Úrsula ni siquiera sabía si ella lloraba igual o más que ellos, cuando finalmente la tierra cubrió la ataúd de su amada, odio con todo su ser a los que osaron hacer esa labor tan desagradable.Cuándo todo terminó y el cemento cubrió toda la superficie del sepulcro, Úrsula no era capaz de marcharse, ni siquiera cuando las personas congregadas allí comenzaron a marcharse, Úrsula no hizo el menor intento de retirarse, por ese motivo tuvo que ser arrastrada de ahí por sus suegros que la llevaron a casa.-Te podemos hacer compañía está noche si gustas – le ofreció Carolina – o bien puedes ir nuestra casa por unos días.-Mucha
-Hola – saludo antes de dar la noticia, pero Lucía notó la carga de tristeza en la voz de Úrsula.-¿Qué pasa Úrsula? – pregunto llena de incertidumbre – ¿Rebeca está bien? – Úrsula sollozo y el corazón de Lucía se aceleró.-Ella acaba de morir.La llamada se cortó mucho antes de que Úrsula fuera capaz de decir alguna otra cosa, Úrsula pensó que a Lucía le afectaría menos la noticia, pero se había equivocado, la muerte de un ser querido era dolorosa para todos y ella ahora mejor que nadie conocía ese dolor de una perdida irrecuperable.Antes de que llegara su familia política, vistió a Rebeca con la mejor ropa, lo hizo ella misma y no con sus dones, quería por última vez sentirla entré sus manos.La desvistió despacio y con el mayor de los cuidados, aún era liviana, pero al estar ya inserte su cuerpo se volvió más pesado de lo que solía estar cuando aún respiraba, eligió un vestido color crema con estampado de flores de colores vivos, después la maquillo y la dej
-No.-¿Te ha gustado ver por todo lo que he tenido que pasar?-No, por supuesto que no, sabes que yo hubiera preferido sufrir todos y cada uno de tus males. Arrancarlos de ti.-Pero no has podido y sé que lo hubieras hecho de poder hacerlo. Pero sabes tan bien como yo que la paso mal y que conforme avancen los días yo empeorare y que solo desearé descansar. Por eso, amor mío, no temas llevarme.-Temo ese día y a la vez deseó librarte del dolor.Cada día que pasaba la salud de Rebeca se fue haciendo más precaria, hasta el punto de ya no poder sostenerse sentada por si sola, sus fuerzas se habían ido de un día para otro, había perdido de lleno el apetito y Úrsula la alimentaba solo con suplementos líquidos, los cuáles se los daba a beber con una pajilla, respirar se hizo cada vez difícil por si sola, por eso en muy pocos momentos se la pasaba sin oxígeno, las noches a Rebeca se le hacían eternas al igual que cada mañana y cada día, mientras que Úrsula estaba allí, agoni
Cada mes era testigo de como el vientre de Elena crecía llevando a su sobrina dentro, supieron que era una niña en su sexto mes de embarazo cuando la criatura se dejó ver con toda claridad, desde ese día los abuelos por ambas partes comenzaron a comprarle ropa, incluso Rebeca una tarde pidió a Úrsula la llevará de compras, está extrañada por la petición no se negó, hacía mucho que Rebeca no le pedía salir, por eso la llevo a comprar pequeñas prendas de bebé a pesar de ir llevando arrastras el tanque de oxígeno, las compras causaron entusiasmo en ambas y a la vez la triste frustración de que ya no tendrían la oportunidad de ser madres, solo tendrían que conformarse con ser tías.Rebeca era tía, una mañana su teléfono celular comenzó a sonar, era su madre que le llamaba para avisarle de que su sobrina iba a nacer y deseo con todo su corazón estar en el pasillo de hospital con su familia a la espera de la nueva integrante, pero en su estado era imposible, yendo ahí seguramente se en
Tras consolarla y calmarse las dos, Carolina se fue a limpiar la cocina y el resto de la casa, la cuál le sorprendió no encontrar tan sucia, no le creyó a Rebeca cuando le dijo que Úrsula se encargaba de hacer las labores del hogar y de todo lo demás, Carolina se encontró casi sintiendo envidia de su nuera, con todos los problemas que tenía sobre sus hombros y su trabajo, no se miraba tan vieja y agotada, ni amargada, sabía que su rostro la mayor parte del tiempo era serio y que solo se iluminaba cuando miraba a Rebeca, pero a pesar de la situación que pasaba, ella parecía ser la misma de siempre, nada parecía agobiarle, al menos no se le notaba.-¿Cómo te sientes? – le preguntó Úrsula a Rebeca cuándo llegó a casa y miro a su alrededor en busca de su suegra – ¿ya se ha ido?-Feliz de verte – dijo sonriéndole, no podía decirle que descansara todo lo que descansara, ella no se sentiría mejor – mi madre ya se ha ido ¿Por qué preguntas?-No quiero que vea cómo me aprovecho de s
Último capítulo