Mundo ficciónIniciar sesiónPero era nuestra mejor opción.
Fue Zariel quien rompió el silencio, su voz fue suave pero contundente. —Deben admitir que ella tiene razón —dijo, apoyando los codos sobre la mesa, su mirada estaba dirigida a Nora y Nuriel con un dejo de advertencia—. No se preocupen, no le pasará nada. Iré al palacio un día antes de la coronación. Uriel estará demasiado ocupado como para hacer algo precipitado. Me encargaré de mantenerlo distraído esa noche. Sé cómo jugar este juego... Nora apretó los dientes.No estaba convencido, lo supe por la forma en que clavó los dedos en la madera de la mesa. Pero tampoco tenía una alternativa mejor. La vela más cercana crepitó con fuerza, como si reaccionara al creciente nerviosismo que llenaba la habitación. Fue entonces cuando Ezra extendió un mapa sobre la mesa. Lo desenrolló con cuidado, como si tocara algo sagrado. Era un dibujo meticuloso del palacio: co






