94. ¿Dónde está Dimitry?
—¿Está bien, señora? —preguntó Ana cuando Satarah entró a la casa.
La palidez en su tez era evidente pero se esforzó por mostrarle una sonrisa a la mujer mayor.
—Sí, estoy bien. Gracias por preguntar.
—¿Dónde está mi hijo? ¿Por qué no está contigo?
Ella se detuvo en seco al ver a Yelena.
La mujer la recorrió de arriba abajo para después fruncir el ceño.
—¿Y quién te trajo, descarada? Ese no era el auto de mi hijo ni de ninguno de los hombres de Dimitry.
Satarah entornó los ojos antes de bufar por lo bajo.
—Me trajo mi mejor amigo, cuando desperté Dimitry no estaba en el hospital.
Ella la miró fijamente como si estuviera pensando algo que la desconcertaba. Aunque Tarah esperaba que se alegrara y se burlara en partes iguales de ella al saberlo.
—¿Él no estaba allí?
—¿Acaso es una sorpresa para usted? ¿Por qué le interesaría a Dimitry quedarse si no le importo? Usted misma lo dijo el otro día, matrimonio por contrato ¿Lo recuerda? Alguien como yo no le interesa en lo más mínimo a su hij