75. ¿Qué hiciste ahora?
Satarah suspiró irritada al ver salir a la nueva secretaria de Dimitry de su oficina.
La mujer estaba completamente roja de furia.
Dio un par de zancadas en su dirección antes de tomar su bolso y gritar:
—¡Renuncio!
Todos la vieron marcharse con curiosidad.
Satarah se pasó una mano por su cabello recogido en un moño y suspiró.
—Págame —dijo Hugo a Vladimir.
—¡Dijiste que renunciaría mañana, no te debo nada!
—¡Fui el que más se acercó a la meta!
—Eso no cuenta...
Ella ignoró la discusión.
En dos semanas Dimitry había despedido a más de 5 secretarias y ahora todos en la oficina habían comenzado a hacer apuestas de cuanto tiempo durarían en el puesto.
Era ella quien tenía que encargarse de las exigencias de él cuando renunciaban así que a ella no le parecía nada divertido el tema.
Comenzaba a recordar por qué lo detestaba en la escuela.
Arrigante, presumido y un dolor de trasero.
Aunque fuera devastadoramente sexy y todas en la oficina quisieran llevárselo a la cama.
Cada vez que escuc