71. No voy a fingir que no eres mi mujer
Al volver a la casa Dimitry siguió a Tarah hasta el baño en su habitación mientras ella sacaba el botiquín. Podía sentir sus ojos al pendiente de cada uno de sus movimiento.
Su cuerpo estaba respondiendo ante él y lo peor es que Dimitry ni siquiera estaba tratando de seducirla.
¿Cómo había llegado a este punto cuando ambos hace nada ni siquiera se podían cruzar sin discutir?
Ni siquiera ella lo sabía pero la confundía tanto que su corazón ahora mismo estaba latiendo sumamente de prisa.
Se dio la vuelta para enfrentarlo.
Antes de que pudiera abrir la boca, Dimitry la alzó de la cintura sentándola sobre la encimera del baño aún con el botiquín en sus manos.
—¿Qué...?
—Para que estés a mi altura —se burló él y ella entornó los ojos comenzando a sacar las cosas para hacer su trabajo.
Dimitry ocasionó que su corazón se sacudiera cuando abrió sus muslos y se coló entre ellos. Su cercanía, el aroma de cuerpo, la tensión sexual entre ellos estaba volviéndola loca.
Empezó a limpiar su herida e