52. Contracciones
UN MES Y MEDIO DESPUÉS:
Polina se levantó de la cama al sentir un dolor dolor punzante en su bajo vientre.
En la tarde también lo había sentido pero sabía que las contracciones eran normales.
Pero esa no se sentía como las otras, esta era aguda, constante y dolía mucho.
Polina se reincorporó respirando lentamente por la nariz, como le habían enseñado en sus clases. De reojo, miró a Marco que estaba dormido a su lado.
“Esto no puede ser una contracción de parto. No es posible, no es posible, tengo siete meses. Mierda, aún no cumplo los ocho.”
Apoyo sus pies en el frío suelo y se levantó para ir al baño pero apenas pudo dar un paso cuando una nueva oleada de dolor la golpeó.
Instintivamente cubrió con su mano su vientre hinchado sintiendo que su corazón cada vez latía más rápido por el miedo y la angustia.
Gimió por lo bajo pero eso fue suficiente para despertar a Marco.
—¿Polina?
Al verla levantada se levantó abruptamente y llegó a su lado en un par de zancadas mirándola con preocupaci