—¿Y si llamas a Caroline? —dijo Vida, intentando contener el fuego que salía de sus manos, mientras de sus pies brotaba agua, como si fueran fuentes vivas.
—¿Quién es Caroline? —preguntó Milah.
—La escritora… Verde Riso. Su verdadero nombre es Caroline. Ella es poderosa. Quizá pueda ayudarnos.
Se encontraban en una situación desesperada. Lo único a su favor era que, al menos, ningún humano estaba mirando.
Ese día, desde temprano, habían salido tras el Coleccionista. No porque Vida quisiera, sino porque Long les había pedido seguir una pista que tenían sobre él.
Al descubrir que el Coleccionista seguía jugando, dejando rastros falsos y desapareciendo, la demonio sintió un fuego dentro de ella… pero era un fuego mezclado con frío, algo que escapaba a toda explicación.
De pronto, comenzó a manifestarse una magia nunca antes vista. Muchos murieron, otros huyeron despavoridos. Y al final, Vida se encontraba fuera de control.
Iban a convocar a brujas para ayudarla, pero ella, por fin,