—La sexualidad femenina está en su momento, por ello debemos darle lo que ellas quieren. Y este producto da exactamente lo que nadie pidió, pero lo que todas desean… y todos también, porque hablando en general, al hombre moderno le gusta ver de primera mano el placer femenino —Vida hablaba con una soltura y elocuencia que desarmaba a cualquiera.
Kaelion no hacía más que observarla. Sus ojos la devoraban como un animal que contempla su más exquisito festín.
Ese día entero fue de trabajo intenso. Vida y Milah cargaron con la mayor parte, mientras los jefes se limitaban a estar presentes, a recordar que eran los líderes, aunque el verdadero peso lo llevaran sus secretarias.
Al terminar, decidieron celebrar en un restaurante parisino. El ambiente era cálido, lleno de luces tenues y copas de vino que brillaban bajo las lámparas. Para dolor de cabeza de Kaelion, ahí estaba Mateo Rivas, aquel ingeniero que tiempo atrás había ofrecido su ayuda con el prototipo. Un hada disfrazada de humano, q