Capítulo 26

Nora fingía escuchar distraídamente a la sirvienta que arreglaba la pila de ropa que iba diciendo que metía. Entre cada palabra, calculaba sus pausas para que sonaran como confesiones accidentales.

—Nora, tienes que aprovechar se casaron sin acuerdo prenupcial quítale todo el dinero que puedas —dijo Adelina— eres ciega y una desvalida, tienes que aprender a usar tu belleza.

—Supongo que no será tan complicado… —murmuró, como hablando para sí—. Al final, creo que mi esposo solo es un ejecutivo junior en las empresas Wyckham…

La frase flotó en el aire como una bomba silenciosa. Adelina, que estaba a punto de llevarse una rebanada de pan a la boca, se quedó petrificada. Su mano tembló apenas perceptiblemente, pero lo suficiente para que Ariana lo notara.

—¿Qué dijiste? —preguntó Adelina, con una voz más baja y peligrosa que cualquier grito.

—Oh… nada importante —Nora se encogió de hombros con fingida inocencia—. Solo lo escuché en una conversación telefónica. Ni siquiera sé s