La mañana siguiente comienza con un correo lacónico en mi bandeja de entrada:
- Asunto: Cierre de investigación interna – Paciente 419
- De: Dirección Médica
- Para: Dra. Alma Balmaceda
"Se informa que, tras la revisión de antecedentes y conforme al reporte de Auditoría Clínica, el caso del paciente 419 se declara resuelto en términos administrativos y clínicos. En consecuencia, se instruye el archivo definitivo del expediente y la cancelación de cualquier diligencia adicional relacionada. Agradecemos su colaboración."
Las palabras caso resuelto retumban como el portazo de una bóveda. Bajo el mensaje se despliega el hilo de Sistemas: la noche anterior solicitaron la liberación de los logs de impresión que pedí para la madrugada del 28 de marzo. Esa simple petición llegó hasta la Dirección y encendió las luces rojas, en vez de autorizar la descarga, resolvieron clausurar la pesquisa. El expediente muere, pero no la pregunta que lo originó.
Me siento rígida frente a la pantalla; los flu