Punto de vista desconocido
Acechando en las sombras, inmóvil como una estatua, él observaba. La noche lo envolvía, el bosque lo protegía, pero su atención estaba clavada únicamente en ella: aquella demonio que lo enfrentó. Desde el instante en que apareció, había algo distinto en su presencia, algo que le encendía una chispa de desconfianza y curiosidad a la vez.
Su mente, tan afilada como un cuchillo, giraba en torno a una sola pregunta: ¿cómo demonios había sobrevivido a su ataque? Nadie lo hacía. Nadie.
Hasta ahora.
Todos los que se habían cruzado en su camino habían terminado de dos maneras posibles: muertos en el acto, o arrodillados frente a él, jurando lealtad con los ojos llenos de terror. Él no necesitaba más que un movimiento, un solo instante de su poder, y las criaturas caían como hojas secas arrastradas por el viento. Y, sin embargo, esa demonio no solo había resistido… había protegido a dos brujas y escapado con vida.
El recuerdo de la escena lo irritaba y lo fascinaba a