Mundo ficciónIniciar sesiónHarper no pudo evitar que una lágrima se escapara de sus ojos angustiados.
Y así, Damon tomó una decisión fría y cruel.
— Tú nos cubres, si alguien viene por el hueco del motor, ¡mátalos!
Harper, al ver la desesperación y la presión de Istok, intervino.
— No, Damon, el muelle tiene que estar aquí abajo, tienes que llevarlo, yo puedo distraerlos mientras tú ganas terreno y cargas con él.
— ¿Estás loca?
— ¡No! — Harper miró a Damon con una intensidad que lo detuvo en seco.
Por primera vez, no era la chica asustada, era Harper, la mujer que acababa de salvarles la vida con un pendiente, la que había tenido que sobrevivir a la cárcel y hacerse fuerte
— Vamos, ya confiaste en mi…
— Sí, pero no puedo exponerse a una legión de matones de Axa…
Damon la miró con sus ojos de hielo perforándola, sin que ella pudiera descifrar esa intensidad, todo estaba confuso entre los dos, así que ignoró lo que su cuerpo quiso sentir, y b







