Harper había regresado al rincón, el corazón le latía a un ritmo caótico contra sus costillas y Damon se veía peor, su respiración silbaba de forma inestable y la herida de su hombro pulsaba dolorosamente a través del vendaje improvisado.

— Istok tiene un contacto aquí, una casa de seguridad a unas millas — informó Harper, su voz era baja y urgente — Dice que el contacto es un médico retirado, es leal a su familia, y está fuera de la red de Axa. Tenemos que irnos, Damon, ¡Ahora!

Damon asintió, la palidez de su rostro era alarmante.

Salieron del bar a tropezones, la oscuridad de la madrugada los envolvía de nuevo en un manto frío, y el trayecto hasta la casa del médico fue lento y doloroso, pero finalmente encontraron una pequeña cabaña escondida entre los árboles.

El doctor era un hombre canoso y sile