Mundo ficciónIniciar sesión— ¡Harper! ¡Dame ese teléfono! ¡Dime qué dijo! — la voz de Damon resonó contra las paredes de metal de su encierro.
Harper lo hizo y respondió con la voz firme a pesar del temblor en su pecho.
— “Te estoy esperando, todavía puedo leer tus movimientos, esposito, trae a tu nueva mascota contigo, el archivo no sirve sin ella” — repitió con detalle.
Damon miró el dispositivo, luego a Istok encadenado y, finalmente, a Harper, la trampa era doble, Axa quería a Damon y, por alguna razón desconocida, a ella también, Istok había sido solo la carnada.
— ¿El archivo no sirve sin ella? — gruñó Damon — Pero ¿de qué carajos se trata todo esto?
— En el banco, el sistema pidió una segunda clave, el escaneo biométrico, y si… ¿Si la clave no es István, sino que soy yo? — Harper sintió un escalofrío al sugerir la idea.
— ¡Perfecto! Nos han encerrado a la llave y el candado juntos, todos en un maldito polvorín — Damon golpeó la pared de acero, su frustración re







