Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl mercedes se detuvo en el portón de la mansión y este se abrió para que él entrara. Las luces exteriores estaban encendidas. Un cordón de seguridad formado por hombres armados y silenciosos rodeaba el perímetro, todos lucían tensos y alertas.
Harper se sorprendió. ¿En dónde estaban metidos todos esos hombres de seguridad? Había visto a un par de ellos, ¡pero ahora parecía un ejército!
Damon detuvo el coche y se giró hacia ella, con el motor todavía rugiendo.
— Desde este momento, no saldrás de tu habitación — comenzó — Solo saldrás para ver a Peter o cuando yo te lo ordene. No habrá visitas, ni paseos por el jardín. Alex se quedará en el pasillo. Si te acercas a una ventana, si intentas otra estupidez, te juro que no dudaré en encerrarte donde no puedas causar más problem







