Treinta y nueve

Después de un rato de embestidas profundas y rudas, Gio llega al clímax con un orgasmo arrollador que lo hace tambalear y, por poco, deja caer a Katerina.

Ella se aferra a él y recuesta la cabeza en la clavícula de su esposo, satisfecha y con una sensación de logro que la hace sonreír. De la misma manera, Gio la sostiene y le acaricia la espalda, luego le besa el cuello.

—Eres una pilla —le susurra juguetón y le lame la oreja, acción que provoca que los vellos de Katerina se ericen—. ¡Quién te viera! Ay, me dejaste liviano, muñequita traviesa. Para ser tu primera mamada, lo has hecho de maravilla.

Katerina frota el rostro contra la piel de él, avergonzada con sus palabras.

—¿Tienes que decirlo de esa forma tan vulgar? —se queja. Ella trata de apearse y él la ayuda; luego empieza a lavarse los fluidos blanquecinos, tratando de no a

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP