Capítulo 34 – Embarazo.
La sala de operaciones en la mansión estaba cargada de un silencio tenso cuando la filtración golpeó como un martillo. Los titulares gritaban: *Ápex en bancarrota: Gabriela Rivera acusada de desfalco para incriminar a Fernando Solano*. Un correo falsificado, plantado por el contacto de prensa de Fernando, la señalaba como la autora del robo de millones. Los accionistas la abandonaron, la junta directiva retiró su apoyo, y la conferencia de prensa planeada para exponerlo fue cancelada. Gabriela estaba frente a un monitor, las palabras cortando como cuchillos. El mundo la veía como traidora. Fernando había ganado.
Su respiración se volvió errática. El aire se atascó en su garganta. Las paredes se cerraron. Recuerdos de su primera vida la asaltaron: el frío de las rejas, la traición de Fernando, el eco de su muerte. El corazón le latía desbocado. La visión se nubló. Cayó de rodillas, un grito atrapado en el pecho. El mundo se oscureció.
Adrián la atrapó antes de que tocara el suelo.
–¡Ga