―No, ellos no pudieron. ―Osiris se negó a aceptar que fueran sus padres. ―Alguien más debió ser. ―Miró a sus amigas y después a Aiden. ―Ellos no son capaces.
―Piénsalo, Osiris. ―Ana la miró frustrada. ―Son los únicos además de Aiden, sus padres y el inútil de su mejor amigo que saben la historia aparte de nosotras. ―Se llevó la mano a la frente. ―Llegaron aquí justo cuando el foco estaba sobre ti, ¿Qué es lo que siempre te decía tu padre que debías hacer para triunfar en los negocios?
―Que se debía estar en el foco y llamar la atención. ―Susurró con un dejo de dolor recorriendo su cuerpo y alojándose en su corazón.
―Tu padre se está expandiendo. ―Le recordó Laura. ―Es la perfecta oportunidad para llamar la atención y aprovecharse de la posición que tienes ahora. ―Osiris sollozó y negó.
―No pueden ser ellos. ―Recordó como habían estado respetando su espacio, ella escuchó a su padre exigir verla, pero en ese tono autoritario pudo percibir el miedo y la desesperación.
¿Por qué se co