Osiris como la cobarde que fue decidió volar a Mónaco antes que sus amigas para adelantarlo todo. Carlota decidió irse con ella mientras Aiden se quedó en Norteamérica con su rabia burbujeando dentro de él.
Izan es su hijo y heredero, las pruebas eran irrefutables, pero esa mariposita voladora vuela demasiado rápido y no le dio tiempo ni siquiera de procesar lo que estaba pasando para reclamarle con ganas. Para cuando cayó en cuenta, Carlota ya le estaba contando que tenían un viaje para marcharse.
Por supuesto fue al hangar privado, pero Osiris ni siquiera lo miró por lo que solo fue a despedir a Carlota. Estaba furioso, ansioso y nervioso por la verdad de la que se ha enterado. ¿Cómo es posible que esa mujer no le dijera nada? ¿Por qué callar una verdad tan evidente?
Kalen miró a su amigo, no deja de resoplar, desde que los resultados fueron positivos se le ve un poco inquieto y no deja de bufar como un toro bravo. Riéndose desvió la mirada, no podía controlar la diversión de las co