“Algunas verdades solo se revelan bajo la luz más oscura.”
7 años atrás
La pantalla parpadeaba con un código cifrado en rojo.
Noah Macmillan no parpadeó. Tenía las pupilas dilatadas por la concentración, las manos apoyadas sobre el teclado, y la espalda recta como si lo único que lo sostuviera fuera la rabia.
—Bellmore Holdings —susurró, apenas audible.
La oficina estaba blindada, tanto en lo físico como en lo legal. Paredes de madera barnizada, servidores dedicados con firewalls personalizados y una caja fuerte empotrada detrás de una falsa biblioteca. Todo pensado para evitar filtraciones. Para proteger la verdad.
Pero la verdad ya había sangrado.
El informe de la FinCEN no mencionaba nombres, pero lo decía todo. Las iniciales RD aparecían codificadas en correos intervenidos. Las transferencias eran eloc