POV: Liam Macmillan
12:28 a. m.
El mensaje llegó como un disparo directo al pecho.“Tenemos que hablar. Es urgente. Sigo en la oficina.”Olivia no solía escribir así. Ni siquiera durante los peores días del juicio Lincoln Jones.
Liam dejó el vaso de bourbon sobre la barra de mármol sin terminarlo. Se puso la chaqueta con manos temblorosas y bajó en silencio al garaje subterráneo. En su penthouse, las luces de Manhattan seguían titilando como testigos indiferentes de los secretos que estaban por salir a la luz.El trayecto hacia la firma fue breve, pero cada semáforo en rojo se sintió como una eternidad. Su mente, en cambio, iba a toda velocidad. Solo pensaba en ella… y en lo que había descubierto. Olivia no se asustaba por cualquier cosa. Si había enviado ese mensaje, era porque algo estaba realmente mal.
Cuando llegó