Mundo ficciónIniciar sesiónPero no había terminado. Con movimientos bruscos, él se terminó de quitar el pantalón. Su erección saltó libre, gruesa, vascular, la punta brillando con una gota de deseo. Era imponente, y por un segundo, un destello de duda cruzó por la mente de Sophie. Él lo vio.
—Dime que confías en mí —susurró él.
—Confío —respondió ella, apenas audible, pero segura.
Damien respiró hondo, como si necesitara ese permiso para no perder el control Él se situó entre sus muslos, abriéndolos con ternura. Sus dedos encontraron primero su centro, explorando su humedad con toques suaves que la hicieron estremecer.
—Estás preparada para mí —observó, su voz cargada de asombro y deseo.
Guió la punta de su miembro a su entrada, manteniendo su mirada fija en los ojos de ella.
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