Mundo ficciónIniciar sesiónLos fotógrafos pedían más cercanía. Damien, con calma calculada, la tomó de la mano y la colocó contra su pecho. El latido bajo la tela de su camisa era fuerte, violento, como si él también estuviera al borde.
—Aprieta un poco más contra mí —dijo el fotógrafo.
Damien sonrió con una sombra peligrosa y obedeció. La pegó a su cuerpo, su muslo firme contra el de ella, su torso como una muralla de calor. Sophie cerró los ojos un instante, perdida. Dios, no puedo… no puedo con esto.
El mundo alrededor desapareció en destellos de luz. Damien inclinó la cabeza, bajando apenas lo suficiente para que el fotógrafo pensara que era parte de la pose… pero Sophie sintió el roce de su boca a milímetros de su piel. Su respiración golpeó contra la curva de su cuello, provocándole un gemido interno que apenas logró contener.
—Perfecto, perfecto… —exclamó el fotógrafo, frenético, mientras capturaba cada segundo.
Pero lo que la cámara no podía mostrar era la v







