Mundo ficciónIniciar sesiónSophie permanecía acurrucada contra el pecho de Damien, sintiendo el latido constante de su corazón bajo su mejilla. Sus dedos trazaban patrones distraídos sobre su piel, círculos que no llevaban a ninguna parte, como si su mente estuviera en otro lugar completamente diferente.
Damien lo sintió. Siempre había sido capaz de leer sus silencios mejor que sus palabras.
— ¿Qué pasa? —murmuró él, su mano acariciando su espalda en movimientos lentos y reconfortantes—. Puedo sentir que hay algo que no me has dicho.
Sophie se tensó ligeramente, y esa pequeña reacción fue suficiente para que Damien se incorporara un poco, mirándola con esos ojos grises que parecían ver directamente a través de todas sus defensas.
—Sophie —insistió, su voz más suave ahora, casi temerosa—. Sea lo que sea, dímelo.







