Mundo ficciónIniciar sesiónDamien levantó la mano y tocó su mejilla. El contacto fue eléctrico. Sophie respiró hondo, temblando.
—No puedes seguir haciéndome esto —susurró—. No puedes decirme que me amas y luego romperme en pedazos.
—No lo haré más —respondió él, acercando su frente a la de ella—. Te lo juro.
Su respiración se mezcló con la de ella. Las palabras se desvanecieron. Y entonces, el deseo hizo el resto.
Damien la besó. No con la violencia del pasado, sino con una necesidad contenida, desesperada, profunda. Sophie intentó resistirlo, pero el cuerpo la traicionó. Sus labios respondieron, suaves al principio, luego más intensos.
El beso se volvió fuego. Él la sostuvo por la cintura, atrayéndola contra su pecho. Sophie sintió el latido acelerado de su corazón, el calor de su piel traspas







