Narrador Omnisciente
El sol de la tarde caía con intensidad sobre la ciudad, tiñendo los edificios de un tono dorado. Cindy y Marco salieron de la mansión de Bruno en un coche de alta gama, de esos que mezclaban elegancia con potencia. La gran estructura de piedra y acero quedó atrás, con sus muros altos, cámaras de vigilancia y guardias discretos pero atentos.
Marco conducía con su habitual seriedad, las manos firmes en el volante y la mirada clavada en la carretera. No hablaba mucho; nunca lo hacía a menos que fuera necesario. Su mente estaba ocupada con lo que estaba por venir. Miró de reojo a Cindy, que iba en el asiento del copiloto, ajustándose el cinturón con movimientos algo tensos. Cinco semanas de entrenamiento la habían endurecido, pero este examen no era cualquier cosa.
"Espero que esté lista", pensó Marco, aunque no lo dijo en voz alta. Cindy había demostrado determinación, reflejos y valentía, pero hoy iba a ser su mayor prueba. Era la primera vez que la soltaría complet