Narrador Omnisciente
Cindy mantenía las manos firmes en el volante recorría las calles con la velocidad medida de alguien que sabía lo que estaba haciendo, pero que también entendía los riesgos. Su respiración estaba controlada, aunque la adrenalina bombeaba con fuerza en sus venas.
Las motocicletas aparecieron en su retrovisor apenas dos minutos después de haber salido. Cuatro sombras rápidas, agresivas, moviéndose entre los coches con la facilidad de depredadores en caza.
—Aquí vamos… —murmuró, y pisó el acelerador.
La primera moto se acercó rápido por el costado izquierdo. El conductor inclinó el cuerpo, queriendo forzarla a frenar. Cindy fingió que lo haría, soltando el acelerador por un segundo.
Error.
En el último momento, giró el volante bruscamente a la derecha, obligando a la moto a corregir. El motociclista perdió el control por un instante y tuvo que frenar, perdiendo valiosos segundos.
Pero no había tiempo para celebrar. Las otras tres motos seguían tras ella, presionando