GRAYSON
Desde el momento en que Erik cruzó las puertas del salón real, algo en mi interior se encendió. No era desconfianza… no exactamente. Era ese instinto frío y preciso que me ha salvado incontables veces: la sensación de que las piezas están cayendo en el tablero, y que ninguna lo hace por casualidad. Primero la llegada de aquella familia de cinco, infestados de maldad y secretos, ahora él… trayendo el sello que la Azura le confió guardar. Y no solo eso: asegurando que había tenido una visión con instrucciones claras. No, esto no encaja como un hecho aislado. No creo en coincidencias cuando la historia me ha demostrado que las casualidades suelen ser el disfraz de los enemigos pacientes.
Tiberion… no solo es un reino. Es una llave. Su ubicación es demasiado estratégica como para que cualquier fuerza ambiciosa no intente tomarla. Desde aquí se puede controlar rutas, recursos, alianzas. No es un trozo de tierra, es un centro de poder. Y la historia lo confirma: siempre vivio bajo a