capitulo 34

Adrianna volvió a se habitación, se sentó a escribir una nueva entrada en su diario:

Esa noche, como cada ves que se sentía triste es rubia en su diario. Pero está vez era distinto. Adrianna se sentó a escribir una nueva entrada en su diario, y o era tristeza era esperanza. Era una nueva mujer escribiendo feliz, en las líneas donde antes escribió dolor.

"Querido tiempo:

Gracias por no rendirte conmigo.

Gracias por dejarme llegar aquí, incluso después de todo.

Hoy me miré al espejo y vi a una mujer que no se avergüenza.

Vi cicatrices, sí. Pero también vi valor.

Y, sobre todo…

Vi amor.

Uno que empieza desde dentro.

Y que, si Dios lo permite, florecerá hacia afuera, hacia los brazos de quien se quede cuando la tormenta pase.

Ese hombre… ya está aquí."

Dejo de escribir y suspiró profundo.

—Paolo. —susurró y sonrió.

Cerró el cuaderno. Apagó la luz. Y por primera vez, durmió con el corazón ligero.

Al día siguiente, la ciudad amaneció con un cielo despejado que anunciaba un día perfecto. Er
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