Su compañero está en su corazón.
Afuera la loba no dejaba de admirar la grandeza del reino Luna De Plata. Era majestuoso. lo miembros de la manada que pasaban, se veían felices, ellos vivían en una paz que los Alfas Salvatore habían luchado guerras sangrientas para que la tuvieran.
Más en ese momento el guerrero interrumpió sus pensamientos.
— El Alfa a accedido a verla, él la espera en su despacho.
— Perfecto, vamos, que no tengo tiempo para perder.
— Solo una cosa señorita, el rey le advierte que si intentas mentirle no saldrá viva de aquí, así que todavía tiene tiempo de arrepentirse de hablarle y marcharse de aquí.
La loba no iba a detenerse, no cuando había llegado tan lejos.
— Llévame con él, no estoy mintiendo. Estoy segura de lo que he venido a decir.
Después de recorrer el jardín que daba al frente, llegaron por fin al castillo, los feroces centinelas les dieron acceso. Ya en el interior, la mangnificiencia, elegancia y riqueza, hacían del lugar algo extraordinario de ver.
— Sígueme,